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-La sumergida barca del Faraón Den.

06 de Noviembre de 2012

El faraón Den, cuarto monarca de la I dinastía (el quinto si contamos la regencia/reinado de su madre, Merneith), fue enterrado en Abydos hace ya unos cuantos miles de años; pero su nombre acaba de cobrar fuerza en los medios de comunicación porque, durante la campaña de excavación del pasado verano, un equipo del Instituto Francés de Arqueología Oriental (IFAO) descubrió una barca de madera fechada en su reinado, lo cual la convierte en la más antigua de las halladas hasta ahora en Egipto. Es cierto que durante los años 50 del siglo pasado en las necrópolis de Helwan y Sakkara se encontraron otras semejantes, mas por desgracia los estándares arqueológicos de la época no eran los actuales y poco de ellas se ha conservado, exceptuando su mención en los registros de las excavaciones.

La barca apareció enterrada dentro de un foso delimitado con ladrillos situado al norte de la mastaba M06 de Abu Rowash, una necrópolis localizada a unos 10 km al norte de Guiza y conocida sobre todo por ser donde se encuentra situado el complejo piramidal de Djedefre, quien fuera hijo y sucesor inmediato de Khufu, constructor de la Gran Pirámide. Cerca de la pirámide se encuentra el Cementerio M, donde se inhumaron importantes personajes de la época tinita, y que es donde los egiptólogos franceses han realizado el hallazgo.

Se trata de una barca de madera de la que se conservan 6,14 m de eslora y 1,3 de manga y a la que le faltan la popa y la proa, además del extremo de la quilla. Del mismo modo, a pesar del buen estado de conservación de las once planchas de madera, sólo se conserva una de sus bordas. Su atribución al reinado de Den viene dada por el análisis del 14C, que ha proporcionado una fecha del 2950 a. C.La técnica de construcción de la barca se corresponde a la ya conocida por otros ejemplos, como el barco de Khufu: las planchas están cosidas con cuerdas de fibra vegetal (se han encontrado restos en los agujeros de algunas «puntadas»), que servían para reforzar el trabajo estructural de las espigas y muescas que ensamblaban todo el conjunto.

Una vez consolidado in situ por los conservadores del IFAO, el barco fue trasladado al laboratorio de conservación del futuro Museo Nacional de la Civilizacion Egipcia, que desde hace ya algún tiempo rompe el horizonte de Guiza, donde será expuesto en sus salas cuando éste sea inaugurado dentro de largos años (al paso que vamos y estando la situación del país como está). Mucho me temo que allí será una de esas muchas maravillas faraónicas que, de poco llamativas, pasan desapercibidas a ojos de las manadas de apresurados visitantes que recorrerán sus salas pastoreadas por sus atentos y profesionales guías turísticos. Al fin y al cabo, es lo que sucede hoy con la barca de Senuseret III (XII dinastía) hallada junto su pirámide en Dashur a finales del siglo XIX, que apenas recibe alguna mirada desdeñosa. Y eso cuando uno es capaz de encontrarla, porque está en un lateral poco lucido.

No obstante, seamos optimistas y pensemos que ese no tiene por qué ser su destino, como demuestra el de las otras dos barcas de Senuseret III halladas junto a la anterior y que hoy son el orgullo de la colección egipcia del Carnegie Museum of Natural History de Pittsburg y del Field Museum of Natural History de Chicago. (Llegadas a Estados Unidos porque hasta no hace muchas décadas, el arqueólogo tenía derecho a quedarse con la mitad de los objetos encontrados en su excavación y hacer con ellos lo que quisiera.) Imaginémonos cómo podría ser una sala del nuevo museo dedicada a la náutica egipcia y donde lucieran los dos barcos de Khufu con sus más de 40 metros de eslora, acompañados por los restos del barco de época de Den recién descubierto, la barca de Senuseret III y los restos de barcos hallados en los yacimientos de Wadi al-Jarf y Ayn Sokhna, junto al mar Rojo.

Si a ello le sumáramos una barca de papiro de las que todavía hoy se usan en Etiopía para mostrar cuál era el principal medio de transporte de los antiguos egipcios y unas cuantas buenas reproducciones de algunos relieves donde se muestre la construcción de barcos (tumba de Ukhhotep [Meir, XII dinastía]) o barcos cargando grandes columnas de granito (calzada de acceso de la pirámide de Unas [Sakkara, V dinastía]), esta sala sería una verdadera maravilla. ¿Por qué no habría de ser así?, ¡soñar es gratis!

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