Toda la actualidad en descubrimientos en Egipto
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-Extravagante arqueólogo de Egipto vuelve al centro de la atención.
01 de Febrero de 2015
Admirado u odiado, una vez más se dedica a exhortar a las audiencias internacionales a experimentar de primera mano la herencia de un país donde la inestabilidad ha afectado seriamente el turismo.
“Egipto es seguro”, dijo Zahi Hawass la semana pasada en un casino sudafricano donde escolares recorrían una exhibición de réplicas de los tesoros del rey Tutankamón. Los hoteles y centros históricos egipcios son seguros, dijo Hawass, quien planeaba recibir a un grupo de turistas estadounidenses a finales de enero.
El turismo ha comenzado a recuperarse en Egipto, pero la situación es difícil. El levantamiento que derrocó a Mubarak, la salida forzada en 2013 del presidente islamista Mohamed Morsi y la violencia esporádica han golpeado duro el sector turístico egipcio. El jueves, extremistas mataron a 31 agentes de seguridad en la inestable península del Sinaí. El 24 de enero, una activista fue abatida a tiros por la policía durante una manifestación pacífica cerca dela Plaza Tahrir en El Cairo, según testigos.
El Museo Egipcio, donde se exhibe la máscara de otro del rey Tutankamón, está cerca de la Plaza Tahrir, el epicentro de las protestas de 2011. Hawass era entonces ministro de Antigüedades y aseguraba a los periodistas que la herencia del país estaba prácticamente a salvo, a pesar de algunos saqueos y daños. Defensor a ultranza del viejo gobierno, pronto dejó el cargo y fue abrumado por alegaciones de que usó su cargo para beneficiarse personalmente.
“Los demonios salieron a perseguirme. Me hicieron mucho daño”, dijo Hawass de sus detractores en una entrevista con The Associated Press. Explicó que demoró dos años en limpiar su nombre.
En su momento de más influencia, Hawass, de 67 años, era un charlatán para algunos y para otros un animado egiptólogo cuyas payasadas y personalidad viva presentaron de manera atractiva el formal mundo de la arqueología a una audiencia global. Fue presentador de un programa de televisión sobre sus aventuras y todavía usa un sombrero tipo Indiana Jones cuando visita puntos de excavación en el desierto.
El arqueólogo de cabello cano, que ahora se dedica a dictar conferencias, fue recibido en el aeropuerto de Johannesburgo por una modelo en una minifalda egipcia. En la muestra dijo a los escolares que era un “cazador de momias” y ofreció dos divertidas presentaciones en el Casino Silverstar en Krugersdorp, cerca de Johannesburgo.
“Cuando uno descubre una momia, los medios te van detrás”, dijo Hawass mientras mostraba una imagen de él mismo examinando un sarcófago, rodeado de cámaras.
En la entrevista con la AP, Hawass cuestionó el uso de resina epoxídica en el Museo Egipcio para pegar la barba que se le había caído a la máscara mortuoria del rey Tutankamón. La barba se desprendió accidentalmente por un golpe en agosto pasado durante trabajos, según un experto alemán llamado a El Cairo para examinarla.
Hawass dijo que es posible insertar una delgada pieza de madera en un orificio en la barba para conectarla a la máscara el orificio sin necesidad de otro “material”.
Pocos disputan que Hawass puede ser un fanfarrón con un ego del tamaño de las pirámides, pero muchos expertos respetan lo que ha hecho por la arqueología, que no cuenta con fondos suficientes y está amenazada por las excavaciones ilegales de saqueadores.
El doctor Robert Littman, fideicomisario del Instituto de Arqueología de Estados Unidos, dijo que Hawass popularizó las antigüedades egipcias y ayudó a los egipcios a enorgullecerse de su pasado.
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