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-Sepulcro egipcio, joya del Museo de las Culturas.

13 de Enero de 2012

El Museo Nacional de las Culturas (MNC) sacó de sus bodegas colecciones de piezas arqueológicas de hasta 7,000 años de antigüedad que tenían décadas sin mostrarse al público, con las cuales se enriquecieron las nuevas salas Oriente Medio Antiguo y Mediterráneo: un mar de culturas, recientemente inauguradas con una museografía renovada que muestra 287 objetos, entre los que destaca un sarcófago egipcio, el único original que se exhibe en México.

Ambas salas se crearon dentro de la segunda etapa de reestructuración del recinto —concluida en 2011—, efectuada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) como parte de un programa de largo aliento para renovar su red de museos; los dos espacios están concebidos a partir de las más recientes investigaciones históricas y arqueológicas, por lo que la información que presentan es novedosa.

Entre las piezas más significativas y antiguas que se exhiben están el sepulcro egipcio, cuya antigüedad es de 3,200 años, una colección de vasijas funerarias y paletas cosméticas de 7,000 años, así como una colección de vidrio de 2,000 años, procedente de Israel —del periodo en que fue provincia del imperio romano—, la cual se colocó dentro de una vitrina diseñada ex profeso con luz de fondo que permite apreciar toda la transparencia del cristal antiguo.

Además de las piezas originales, las nuevas salas reúnen una amalgama de reproducciones de alta calidad, cuyos originales se encuentran repartidos por los principales museos del mundo, como el Arqueológico de Atenas (Grecia), el Metropolitano de Nueva York y el de Arqueología y Antropología de la Universidad de Pensilvania (EU); el Museo Británico (Reino Unido), el de Louvre (Francia) y el Nacional de Iraq (ubicado en la ciudad de Bagdad), convirtiéndose así el MNC en el único espacio donde se pueden apreciar en su conjunto.

El recorrido por Oriente Medio Antiguo y Mediterráneo: un mar de culturas, es una invitación a revalorar a las civilizaciones que se desarrollaron entre 5000 y 500 a.C. en la franja de Levante, en la costa oriental del Mediterráneo, donde estuvieron los pueblos fenicio, hebreo y amorreo (hoy Líbano, Israel, Siria y Jordania).

La museografía también muestra a los pueblos que florecieron en Mesopotamia —donde se asentaron acadios, sumerios, babilonios y asirios (hoy Iraq)— y en Persia —cuyo imperio, el Aqueménida, posteriormente dominó y aglutinó en una sola cultura a Mesopotamia, la región levantina, Egipto y el actual Irán, hasta ser conquistados por los griegos macedonios—, civilizaciones donde se originó la cultura occidental.

En esta sala el público encontrará la similitud entre muchos objetos griegos y romanos con piezas elaboradas por los pueblos de Levante y los imperios de Mesopotamia y Persia, así como por el antiguo Egipto.

En este sentido, el nuevo montaje explica que todas estas culturas del Oriente Medio antiguo viven hoy en nosotros, y a partir de ellas es que se entiende y contextualiza el mundo actual, porque la ciencia y la filosofía heredadas no empezaron con los griegos y romanos, es mucho más antigua, inició en Mesopotamia y Egipto. Por otra parte, la propuesta museográfica aclara la manera de entender a Egipto, ya que generalmente se cree que fue una cultura que se hizo sola, y no fue así, estuvo vinculada con Mesopotamia y Levante.

El discurso museográfico de ambas salas muestra la diversidad de culturas desarrolladas en la región del Mediterráneo y cómo se vincularon durante el imperio Aqueménida, que las aglutinó hasta que fue conquistado por Grecia con Alejandro Magno; a partir de ese momento Grecia y Roma toman la importancia de los dos grandes imperios de la cultura occidental.

El recorrido por el par de nuevos espacios se puede hacer de dos maneras: el público puede entrar por la sala Mediterráneo (Grecia y Roma), seguir con los persas y luego llegar al origen: Mesopotamia, Levante y Egipto; o al revés; desde lo más antiguo hasta Grecia y Roma.

La Sala Oriente Medio Antiguo incluye el módulo Egipto: la vida en las dos tierras, dedicada al Egipto faraónico y que con la reestructuración amplió tres veces su área de exhibición respecto del espacio dedicado a esta cultura hasta los años 90; asimismo, el número de piezas originales que ahora presenta creció de 10 a 90%, de manera que se exhiben 180 piezas de las cuales 160 son originales. Los objetos datan del periodo Predinástico (4500 a.C.) hasta el Egipto romano (200 d.C.).

El recorrido temático por la cultura egipcia está dividido en dos núcleos: El reino de Horus, la vida en el país del Nilo, que explica a Egipto como una cultura viva, a través de artefactos de uso cotidiano; y El reino de Osiris, la vida en el Más Allá, donde a través del sarcófago, ajuares funerarios y la reproducción de un entierro predinástico, explica “la vida después de la muerte”, un concepto muy importante para dicha cultura.

Otra sección de la sala muestra la franja de Levante, donde con la recreación de una casa de 1500 a.C. se aprecian invaluables colecciones originales de cerámica —del periodo Cananeo—, de vidrio y de monedas, que dan cuenta del desarrollo del pueblo hebreo; son alrededor de 70 piezas.

La Sala Oriente Medio Antiguo sigue con Mesopotamia, donde a través de un recorrido cronológico y la exhibición de cerca de 100 piezas emblemáticas, el público conoce desde las primeras aldeas agrícolas y la domesticación del ganado, hasta la conformación de los imperios Acadio, con Babilonia como capital, y Asirio.

Entre las piezas que se pueden apreciar en este punto de la visita, destaca la maqueta de un zigurat, que fueron los primeros templos en forma de pirámide; y objetos provenientes de las tumbas reales (sumerias) de la antigua ciudad de Ur, al sur de Bagdad, cuyo hallazgo significó uno de los más importantes descubrimientos arqueológicos de todos los tiempos.

El público puede ver excelentes réplicas del estandarte de Ur —pieza considerada obra de arte sumerio de valor universal—, así como de un ajuar funerario de oro y lapislázuli (gema) que perteneció a una cortesana de la reina Pu-abi. De la antigua Babilonia se exhibe una reproducción fiel del Código de Hammurabi.

El recorrido por la Sala Oriente Medio Antiguo termina con la conquista de esa región por los persas, que dio paso a la unificación de todas las culturas anteriores en el imperio Aqueménida, en 539 a.C. Entre las piezas que se exhiben en este espacio destaca una reproducción del Cilindro de Ciro, considerado la primera declaración de derechos humanos.

Por su parte la nueva Sala Mediterráneo: un mar de culturas, presenta la historia y el arte de Grecia y Roma como un conglomerado de civilizaciones más antiguas; el recorrido es de carácter temático, dividido en cinco apartados, en los que se da cuenta de los tipos de gobierno, artes y religiones, el comercio y contacto cultural. Exhibe 107 piezas, como recipientes, vasijas y utensilios de la Grecia clásica de los años 480 y 323 a.C.

También incluye las reproducciones en yeso de esculturas de gran valor artístico, y de tres frisos de cerámica vidriada de la ciudad de Susa, cuyas réplicas fueron hechas en el Museo de Louvre. Para abordar el tema del comercio se colocó una gran escultura de Poseidón, dios de los mares, rodeado de vitrinas con diversos tipos de cerámica procedente de varias regiones del Mediterráneo.

El Museo Nacional de las Culturas se ubica en Moneda 13, Centro Histórico, abierto de martes a domingo de 10:00 a 17:00 horas, entrada gratuita.

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