Kom Ombo

Viajes como viajes... No te dejes nada por visitar. Te lo ponemos fácil.

-Clicka para ver la Ubicación Templo de Ko Ombo
-Entradas: De 7h. a 16 h. y se alarga hasta 17 h. en verano.
-Entradas: Hay que pagar entrada.
-Como llegar: Se encuentra a 40 Km. de Aswan. Situado a la orilla del Nilo y alejado unos Km. de la carretera principal. Puedes acceder a él en Faluca (embarcación), en taxi o en tren. Justo detrás de la estación encontrarás el transporte urbano que te acercará hasta Kom Ombo.
Los horarios de los trenes es mejor que los consultes una vez este en la estación.
-Que ver: Construcción Grecorromana, por eso su buen estado de conservación. Data de la época Ptolemaica (a finales la I Dinastía a. C.). Levantado en las ruinas de un antiguo Templo del Imperio Nuevo, es único en su género.
En un principio ell dios del templo era Sobek, con forma de Cocodrilo. Se cree que fue divinizado porque los cocodrilos abundaban en esta zona del Nilo.
Con el paso de los años, a la gente de este pueblo no les gustaba tanto ser asociados a un dios que representa el mal, por eso le agregaron otro dios, Horus, como hermano suyo y socio en el culto del templo.
Encontramos un Nilómetro, servía para medir las crecidas del Nilo, tres cocodrilos momificados, una pared con grabados que representan instrumentos de cirugía que se usaban en la época de los faraones.
-Alrededores: No hay mucho que visitar en este lugar, pero destacaré el mercado de camellos y ganado, se encuentra a 7 Km, en Daraw, dirección Asuán. El inconveniente es que solo se celebra los martes por la mañana y muy temprano.
-Curiosidades:
En Kom Ombo se entrenaban a los elefantes africanos empleados por el ejercito.
El estado de destrucción actual en el que se encuentra el templo, está contemplado en el propio mito de este templo, pues cuenta la leyenda que Sobek, el hermano malvado con forma de cocodrilo, maquinaba contra su hermano, Horus, con forma de Halcón hasta echarle del pueblo. La población, al ver su dios amado abandonar el pueblo, también partió hasta dejar el pueblo completamente desierto. Sobek al querer reanudar la vida en el poblado, resucitó a los muertos quienes en lugar de construir destruían y en lugar de sembrar trigo, sembraban arena.